Por lo visto este mes está terminándose. Acaba de informármelo una amiga que me dice que ha sido un mes increíblemente largo para ella y que no puede creer que aún continue siendo octubre. A mí, al contrario, se me ha ido como agua en las manos. O arena. O lo que sea. Rápido, inexplicablemente rápido. Ni siquiera sé por qué lo cuento o para qué. Quizás pienso que en el fondo conjuraré un maleficio. O quizá sólo quiero escribir algo para repetirme al hacerlo que soy yo, siempre, yo, pase lo que pase y dejar de preguntarme por qué apenas si escribí en este octubre.
Lo fácil que es acostumbrarse a ciertas cosas, como a octubre. Y claro, rápido o lento, lo seguro es que pasa. Se acaba octubre, un mes tan bonito. Es una pena.
martes, 28 de octubre de 2008
jueves, 16 de octubre de 2008
Sí
He borrado el prosaico mensaje que acabo de escribir para este espacio. Total, he confesado ya la cursilería que me invade. Así que en lugar de aquel, escribo éste: ¿Y si fuera cierto que se puede cambiar? ¿Y si no fueran mentiras todo lo que se escucha en el mundo? ¿Y si se pudiera mirar de cerca la vorágine sin perturbarla? ¿Y si fuera verdad que se puede sentir sin tener que explicar? ¿Y si cada uno hallara en su paciencia lo que cada uno necesita? ¿Y si resulta que se puede esperar envuelto en paz, en vida? ¿Y si de pura imperfección sonrío un martes cualquiera a media noche? Y si, en fin; y, sí, en fin. En fin. Sí. Sí.
martes, 14 de octubre de 2008
Crisis
No he escrito nada aquí en lo que va de mes. Acabo de notarlo. Un mes tan bonito como octubre. Y, como todo últimamente, la culpa la tiene la crisis. En este caso, la propia. Y cuando digo crisis aludo al lado menos mediático de su definición. Ése que avisa del cambio, de las oportunidades, de la evolución. Hasta de la revolución.
Ya se sabe que lo que hace falta es saber hacia dónde se quiere ir para ponerse en marcha. Quizá para averiguar ese hacia dónde debamos zambullirnos en otros lados más dramáticos de la definición de crisis: proceso de duda o modificación, cambio brusco, momento decisivo, situación dificultosa o complicada.
Los errores, los problemas, las equivocaciones, las dudas, todos forman parte de la crisis. La crisis, quizá, como un sutil punto en suspensión donde ha pasado ya todo lo que se necesitaba, y ahora se proyecta el futuro. Aprender de los errores. Aprender de uno mismo. La crisis como una posibilidad. Tan cursi que me da repelús.
De la mundial, yo no sé si alguien se ocupa. Para la mia ya estoy yo, críticamente cursi.
Ya se sabe que lo que hace falta es saber hacia dónde se quiere ir para ponerse en marcha. Quizá para averiguar ese hacia dónde debamos zambullirnos en otros lados más dramáticos de la definición de crisis: proceso de duda o modificación, cambio brusco, momento decisivo, situación dificultosa o complicada.
Los errores, los problemas, las equivocaciones, las dudas, todos forman parte de la crisis. La crisis, quizá, como un sutil punto en suspensión donde ha pasado ya todo lo que se necesitaba, y ahora se proyecta el futuro. Aprender de los errores. Aprender de uno mismo. La crisis como una posibilidad. Tan cursi que me da repelús.
De la mundial, yo no sé si alguien se ocupa. Para la mia ya estoy yo, críticamente cursi.
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