lunes, 14 de junio de 2010

El crimen

Hoy tuve un sueño brutal. Una pesadilla en toda regla. Me da vergüenza contarlo, pero ahí va. Al principio del sueño, estaba en mi trabajo, atendiendo una llamada, cuando notaba que se había ido la luz. Nadie trabajaba, excepto yo. Sin razón aparente comenzaban a llegar antiguos compañeros. Me saludaban, y yo estaba contenta de verlos, pero me estresaba porque tenía que seguir con la llamada. Finalmente resolvía el problema del cliente pero dejaba de escucharlo.

Al salir del trabajo caminaba con algunas compañeras hasta que encontrábamos una construcción circular. Algunas de las compañeras entraban ahí. Yo me asomaba y veía que participaban en una especie de rito satánico. Me enfrentaba al jefe y él se abalanzaba sobre mí. Yo me defendía, apretaba su cuello con mis manos. Él no se resistía, yo seguía apretando hasta que la cabeza desapareció y manó sangre. Sangre fresca, roja, viva, en mis manos. Me asustaba, me limpiaba las manos en algo y me iba.

Mis compañeras, que estaban en el rito aquel, me seguían. Tenía miedo de que me mataran. No me hacían nada, no me decían nada, pero llegaban conmigo hasta casa. Y no sólo ellas, empezaba a llegar gente, muchísima gente. Conocidos, desconocidos. Era como una fiesta. Yo me daba cuenta de que ellas habían invitado a toda esa gente que yo no quería en mi casa, para vengarse. Se me ocurría decirle a la gente que la fiesta se había terminado, pero no me hacían caso. Algunos amigos me ayudaban con el plan, pero no funcionaba.

Pensaba en llamar a la polícía, pero entonces veía que las chicas tenían un pequeño perro blanco manchado de sangre y yo entendía que había limpiado mis manos en él, que no podía llamar a la polícía para que echaran a la gente porque yo era culpable de un crimen. Entonces tomaba conciencia de que había matado a un hombre.

Más o menos a esa altura del sueño me desperté. Me alivié al ver que no había gente, que se habían ido. Y me asusté al darme cuenta de que eso no borraba el hecho de que había matado a un hombre.

Supongo que entonces me desperté de verdad.

Acepto interpretaciones, aunque ya he hecho las mías. Y no tengáis piedad conmigo. Creedme, yo no la tengo.

6 comentarios:

Petri dijo...

A mi me gustaría saber interpretar pero no te puedo ayudar, si es recurrente ese sueño entonces es para analizar, pero si solo matas una vez, puede ser que ayer vieras simplemente el CSI.
Por otro lado los deseos de matar son bastante humanos para que engañar, el propósito es evitarlos, es instinto de supervivencia. A veces deseamos que alguien se muera, pero tiene un significado más de matar algo para empezar otra cosa nueva, puede incluso que sea una parte de nosotros que ya no tiene razón de ser, mudar la piel como las orugas y convertirnos en mariposas.. jajaj mira que barallo a los 9 de la mañana. Jajajaja

juan rh dijo...

Freud vería el sueño repleto de símbolos sexuales. Jung diría que es un sueño mitológico que te conecta con otras civilizaciones. Yo lo que creo que tienes que intentar cenar más ligero. Un abrazo.

Anónimo dijo...

esta claro, esas ganas de matar a alguien ,que casualmente por su culpa luego se te llena la casa de gente y esa profunda culpabilidad por sentir que te molestan en tu casa .... un besito ya queda poco para agosto.
tu primi

Leola dijo...

Sí, Blog A, sólo he matado una vez. Espero que no se repita, me angustié un montón. Y no, no había visto nada en la tele, pero había salido de fiesta jeje, que igual influye. Un saludo.

Prefiero tu interpretación Mircea, y me hiciste recordar el pollo pakora mmm Un besito.

Que sí primi, que tienes toda la razón. Se me juntan los eventos frustrantes y que no puedo controlar... Me alegró leerte por aquí. Un beso.

Anónimo dijo...

Si lo que te agobia es el stress -que parece que no existe, pero sí-, lo que necesitas son unas vacaciones. Interrumpir de forma bruca el sueño tampoco ayuda, aunque consigues acercarte al mundo real. Mi consejo para solucionar lo del stress es: "no desees nada que esté fuera de tu alcance", dejarás de soñar que la vida te desborda. Otra solución es lo que hacen los adolescentes, el ipod a todo gas y aislarte de conversaciones de adultos.

Xosé Abelleira

Jorge dijo...

Pues yo creo que sencillamente has tenido una película de terror en la cabeza. Como cuando yo soñe mi sextalogía zombi. Las pesadillas desaparecieron cuando deje de darles importancia e intentar analizarlas o encontrarles un sentido. Cuando tengo una pesadilla me dedico a ver cómo está rodada y al despertarme le quito importancia.

Bueno, qué te cuento si ya sabes como actúo yo en todo.