Es como una ausencia. Como una distancia. Como si las cosas, el mundo, te pasaran de lado. De reojo. Es como un silencio.
Ayer lleve al parque a mi sobrino M. No habia muchos niños, supongo que por el frio.
Me sente en un banco donde daba un rayo de sol. Desde ahi veia a M montado con otros niños en ese aparato que da vueltas y vueltas.
Yo veia la escena y era eso: una escena. El ultimo y enfermizo rayo de sol de una tarde helada, los niños girando a camara lenta, como la unica excepcion de un mundo que se habia detendio. Y el silencio.
Era la escena de una pelicula sin sonido. Yo, espectadora.
Yo, al margen.
Yo, de lado.
Yo, de reojo.
Yo, el banco, el rayo de sol, el viento frio, los niños girando, el silencio.
Y luego, el mundo.
O no.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
No cabe duda de
que estamos inmersos
en una vorágine en la
que a veces somos
meros espectadores.
Creo comprender lo que
tu sentiste en ese
momento en el parque
Gracias por tu comentario en mi entrada número cien y aprovecho para decirte que hoy he abierto AGARIMO en mi
otra lengua pués sentía la necesidad de hacerlo.
Si quieres verlo pincha el enlace en XANELA.
Besiños Leolá
Siento mucho que te sintieras asi, a veces las cosas más tontas nos dan melancolia, o al menos a mi. Será el frio. Un beso
Lo describes tan bien que me ha entrado frio.
Huuuuy yo creo que no escuchaste bien. Que si, que si, que el columpio decía "subeteeeeee, subeteeeee"...
Instantes... me encantan cuando pasan...un abrazo
Publicar un comentario