martes, 24 de mayo de 2011

A b c d etc.

Estoy en mi cama. Un ordenador con Wi-Fi. Un cenicero, tabaco. Un mechero. Ahora mismo soy feliz.
No puedo más que escribir frases sueltas. No puedo más que pensar frases sueltas. No puedo más que iniciar entradas que solo guardo y nunca publico. No tengo idea de por qué.
Uno de estos días vi a una chica vestida de negro sentada en el suelo del metro. Uno de estos leí quinientos blogs de una sentada. Uno de estos días estaba demasiado cansada para ir al baño. Uno de estos días di de comer en la boca a un anciano senil que me insultaba. Uno de estos días soñé que salía de fiesta.
Salgo de fiesta, claro. Y me pasan cosas. "No quiero acostarme tarde porque sino no madrugo mañana y desaprovecho el día". Pero yo también quiero aprovechar las noches. Las noches también es vivir y es vivir distinto. Y no pienso renunciar a mis ocho horas de sueño.
"¿Qué harías tú si supieras que vas a morir en una semana?" Es un hecho, te quedan siete días, vas a levantar el culo de la silla de la oficina y ¿qué vas a hacer? Creo que querría decirle a mi sobrino que lo quiero, pero la verdad es que se lo dije el sábado pasado. Igual está feo irse a Japón, pero me gustaría conocerlo antes de morir.
Me parece que no escribo mucho, me parece que no entro al blog, me parece que no hago yoga, me parece que no voy al psicólogo. Estoy estupendamente pero distinta. Supongo. Estupendamente significa tan estupendamente como cualquiera, como siempre. Bien-mal, mal-bien, triste-alegre, la vida-la vida. Y no tengo ganas de pensar en ello. Ni de desmenuzar teorías. Ni de decir desmenuzar teorías.
No creo que muera en una semana, pero quién sabe. En todo caso, escribir un post completo y pinchar en Publicar Entrada puede ser una novedad. O no. O quién sabe.
Y esto es lo que hay hoy.