jueves, 18 de septiembre de 2008

Ventanas

Sin saber por qué por la mañana recordé una conversación en la que alguien me habló de Aretha Franklin. Pensé en esa charla mientras tomaba café. Pensé en las cosas que se dijeron, en las cosas que se pensaron. Es decir, en las cosas que dijimos y en las que yo pensé. Y en las risas. Y en la certeza de que soy el único sector de la conversación que la recuerda. Por nada en particular, simplemente hay cosas que recuerdo. También pensé, por lo que emanaba de aquel recuerdo, en esos momentos en que nos sentimos trastornados, en que dudamos de lo que somos y sentimos que otras fuerzas han tomado el control de nuestra vida, esos momentos en que nos desconocemos. Y en lo difícil que es hacer entender esto. Y en cómo aunque queramos no podemos explicarlo y mucho menos justificar nuestros actos embebidos de esa sensación de locura transitoria. Y en las ganas que tenía de que me entendieras, de que te importara.
Por la tarde brilló el sol y abrí una ventana para sentirlo. Desde ella se ven los tejados de la ciudad. Tenía la radio encendida y en el programa de siempre, donde dos músicos ponen dos canciones, una de ellas fue Respect, de Aretha Franklin. Primero me sorprendí y luego canté a todo volumen. No sabía si reír o llorar. Al final, sin saber por qué, lloré un poco.

1 comentario:

merce dijo...

Ana Belen,que gustazo comprobar que habia dos comentarios sobre mi iniciado blog.Uno el tuyo. Ahora con calma, espero poder disfrutar de tu blog,que sepas que entro a menudo me encanta esa manera tuya, de expresar, la vida.