lunes, 3 de enero de 2011

Salud. Dejaremos el amor y el dinero para otro momento.

En el parte médico dice algo así como amigdalitis. Duele. Creo que estoy algo mareada. Y sin voz. Es curioso estar afónica. Me pregunto si es un mensaje de mi propio cuerpo. Que te calles un poquito, me dice. Y estoy débil. Y también contenta. Y un poco ansiosa. Quizá sea la amoxicilina. He leído el prospecto y he flipado con las contraindicaciones. O quizá el ibuprofeno. O yo qué sé.

No he podido ir a trabajar, porque aun no he aprendido a decir por telepatía Apague el router y vuelva a encenderlo. Previas a este contratiempo, han sido las mejores fiestas decembrinas que yo recuerde ¿Escribo como si fuera un telegrama?

No me apetece ni un poquito escribir ni pensar una de estas sentencias pseudodefinitivas que a veces aparecen. Y tampoco escribir ni pensar en el mucho más conocido y abrazado estado de confusión. Ergo, no escribo. No pienso.

Ya no puedo levantarme de la cama con la ilusión de tomar el primer café en la cafetería que hay frente a mi casa. No puedo porque la verdadera diversión era fumarme un cigarrillo. Por lo visto, ya no me dejan. Ni ahí ni en ninguna otra. Supongo que la otra opción es no levantarme.

Hoy al abrir la persiana vi que habían puesto la terraza. La primera vez desde el verano. No, no hace calor, pero ahí podré fumar. No hoy, ya que la mañana fue el mundo pre-ibuprofeno, donde el dolor de garganta era como el frío cuando no me deja pensar en nada más que el frío.

A veces cierro los ojos y veo sonrisas. Veo miradas. Veo susurros. Veo sexo sin amor. Veo amor sin sexo. Pero prefiero lo otro. La ficción que se crea me resulta fascinante. Es tan real como el mejor sueño.

De cualquier manera no soy yo quien habla. Hablan las drogas por mí. Las legales y recetadas.

Ha empezado un año nuevo en el calendario. Por cierto que mi horóscopo decía que encontraría el amor los primeros días de 2011. Eso si algún día salgo de casa, supongo. De todas formas, no sé si quiero encontrar el amor, yo creo que un amor ya sería bastante.

En todo caso, espero que no esté en las contraindicaciones de la amoxicilina, porque en este momento, la necesito más.

8 comentarios:

Petri dijo...

Con amigdalitis lo bien que sienta un buen cigarro rascando la garganta.
Cuidate niña.

Leola dijo...

Uy... por un momento temí que me estuvieras viendo jejeje

Anónimo dijo...

Ten mucho cuidadito...La amoxicilina, como otros antibioticos, producen candidiasis salvajes. Hay que tomar bífidus y tomarse el veneno (amoxicilina) justo antes de comer.

Espero que te sirva mi experiencia.

Salud

Leola dijo...

Asustaíca me has dejado, Anónimo. Estaré pendiente. Glups.

merce dijo...

jajajaj....mira que enfermita y graciosa....!!!!

Si ya sé que uuufff tantos incordios, las contraindicadiones del medicamento, no poder fumar, el frio....pues nada aprovecha el tiempo para perderlo y soñar....esto es tan sano que vale la pena....!!!

Un abrazo Leola

Enrojecerse dijo...

Seguro que no. Y seguro que miradas de esas como las que ves también te gustarían un poco más.

Anónimo dijo...

No sé cómo ni porque empecé a seguir este blog. De hecho ni recuedo el tiempo que llevo haciéndolo. Suelo entrar tres o cuatro veces al mes y me entretiene leerlo. Es el único blog que leo. Y no deja de ser curioso porque muchas veces no te entiendo nada jajaja e incluso dejo a medias tu post, ni lo termino. Otras si, lo leo y me gusta.
Esto es muy raro, como es raro que acabe escribiendo aquí.
Bueno, un saludo !

Hipócrates dijo...

Mala hierba ... lo digo por tus drogas... Si no puedes hablar, se te acumulan los pensamientos? Vomitar ideas y hablar compulsivamente... diferencias¿? Qué te enferma? Cada uno elige qué borrar de su saludable vida.