miércoles, 6 de mayo de 2009

París

¿Te acuerdas cuando fuimos a París? Ese hotel tan pequeñito y extraño que encontré, el canal Saint-Martin a unos pasos, la lluvia que no daba tregua... Hoy soñé con esos días. Todo era exactamente igual, solo que no estabas tú.
París era solo mío. Caminé por la calle de la frutería y volví a perder el rumbo en esa rotonda absurda. Me caló el chaparrón al salir del metro y me harté de hacer filas para entrar a los sitios. Almorcé lo más barato de la carta en aquella cafetería un día y al siguiente encontré esos bocadillos en la calle del barrio Latino que sabían a gloria y a albahaca y bajé al Sena a comerlo. Me tomé una copa de vino en aquella terraza y volví al hotel caminando en la noche y preguntándome si se notaba que era turista. Subí a la azotea de aquel edificio y volví a ver los perfiles de una ciudad que ya conocía. Me volví a quedar a las puertas de la Sainte Chapelle por no llegar a tiempo. También paseé por la sucia galería de tiendas deliciosas que me volvió a llevar al pub irlandés. Recorrí los callejones bulliciosos entre la adorable plaza de los Vosgos y la de la Bastilla. Y sí, volví a perder el tiempo sobre cada puente respirando lentamente y abriendo los ojos para no olvidar nada.
Aún recuerdo muchas cosas de París, pero no a ti.

Era mi sueño y caminaba por la ciudad llena de alegría. París nunca fue mejor.

18 comentarios:

Jorge dijo...

París no se acaba nunca. Ya sea cuando estás allí, ya sea cuando vuelves en el recuerdo... Una calle perdida, unos niño jugando, un olor a algo, el humo de un cigarillo, una buhardilla iluminada... Los recuerdos se van, las ciudades permanecen para redescubrirlas en un nuevo viaje o en la memoria.

¿Desayunamos en París?
http://www.parisbreakfasts.blogspot.com/

Leola dijo...

Uf, Monsieur Jorge, gracias por ese enlace. Juro que si fuera millonaria mañana aterrizaba enfrente de la librería Aqualata y nos íbamos a tomar baguettes con nutella y croissantes con confituras varias y café con leche y... y... odio ser pobre.
Besitos

Susi DelaTorre dijo...

Lo curioso que pasa con el amor, es que si se logra olvidar el sentir, se llega a una liberación.
Y esa es una maravillosa sensación!

Todo París para tí, Leola!!
Mucho mejor.

Un abrazo que esta semana tendrá que conformarse con quedarse en letras!
Besos...

Sir Bran dijo...

Siempre te quedará París Leola.
Como en Casablanca.
Pero no desistar de recordar más detalles, hay ciertas cosas que se pegan a trocitos de corcho en las profundidades de la memoria, y más tarde (a veces mucho más tarde) flotan de nuevo.
Un biquiño.

Gata dijo...

Allors!! genial !! super! ;))
Muy muy bonita la entrada. Y la verdad es que suena bien cuando el dolor se marcha o al menos ...lo parece.
Has visto "Paris J´aime" . Te va a encantar, debes verla
muack

Fran dijo...

Me uno a Gata, me encantaron todas y cada una de las historias de esa película.
Y luego... ejem, también me uno al lo parece. Los seres más o menos inteligentes podemos hacer esa cirugía extractiva y limpiar un recuerdo... el éxito a conseguir es que se vean solo las zonas vacías donde has cortado. Todo un avance, aunque sea eso.

Instrospectiva, preciosa entrada.
Saludos Warlady.

merce dijo...

Deliciosa entrada, con sabor...a París.
Tan inspiradora que me han entrado ganas de ir.
No he estado nunca... es un deseo guardado...
Quizá...haya que disfrutar así, tambien, abriendo los ojos para no perder nada.

Leola, me encantó. Un beso.

Leola dijo...

Sí que es maravilloso, Lasosita. Lástima que el abrazo solo sea virtual ¡para la próxima! Un beso.

Claro Sir Bran. Tienes razón, hay recuerdos que buscamos, pero hay otros que aparecen cuando quieren. Un bico.

¡Gracias Gata! Un día la traje a casa -la película- pero al final no la vi. Me lo apunto. Besos.

Pues sí, Paladín, aunque solo parezca que el dolor se va, ya es bastante. Gracias por tus palabras. Un beso.

Querida merce, a París hay que ir, eso sí, pero quizá, como dices, a veces sea suficiente con abrir bien los ojos para no perder nada se esté donde se esté. Besitos.

David dijo...

Si llegó hasta mis piesese papel,
ignoro si fue destino o casualidad, perode una cosa no dudo, no me arreiento de haber dad ese paseo.
Me ha encantado tu entrada, París, uno de los mejores viajes que he hecho ha sido allí, me he sentido identificado con tu descripción.
Te has ganado otro lector Leola,
me ire pasando si no te importa.
Un beso,
David.

angel dijo...

No se que embruja más, si la ciudad o el río que lo atraviesa.
Es un corazón trspasado por una flecha. os recuerda algo esa iconografía.

Un saludo

Cesc Sales dijo...

Me apunto a la idea de Jorge. París, mil veces París. Siempre nos quedará París.

Para cuando ese almuerzo??

Elen dijo...

Como dice Sir Bran, siempre te quedará París, con lo mejor que ella te ha dado. Los buenos recuerdos perduran, son los que cuentan, los que se añaden como gotitas de agua a nuestro yo.
Olvidar es bueno de vez en cuando.
Un beso

Unknown dijo...

Divino... eso significa que, has vuelto a Paris?
Eso tambien significa que has conseguido otro grado de experiencia?
Eso significa que estas preparada?

Ufff... me gusta sobre todo para no olvidar que nada es eterno!! xDDDDD

Besazos...

cuentapasos dijo...

Todo Paris es de no acabar comparto tu visión
Me alegra compartir este espacio
Saludos

Gata dijo...

Uy juraría q te deje un comentario...
pasaba por aquí para ver si habías vuelto a escribir algo ;))
besos

Marisa dijo...

Como dijo Enrique IV de Francia
hace ya más de 500 años:
"París vaut bien une messe "

Un bico.

Leola dijo...

Hola David, muchas gracias por tu visita y por tu comentario. Me alegra que hayas estado en París, entonces será tuyo por siempre.
Un beso.

¡Qué bonito lo que dices, Angel! Tienes toda la razón, una flecha que atraviesa... Un abrazo y un saludo a Xoco.

Querido Cesc, encantada de que te unas al desayuno. Mis planes de hacerme millonaria no están teniendo el éxito deseado, así que tendremos que encontrar la manera de llevar a cabo el plan por vías más razonables (es decir, no aterrizaré mi avión en la plaza de Cal Font). Pero todo es proponérselo...
Dos besitos.

Si, Elen, olvidar también es bueno, y poder olvidar ciertas partes y seguir recordando lo que vale la pena, es mejor aún.
Gracias por tu visita y por tu comentario, un besito.

Tienes razón Lobito, nada es eterno, ni siquiera París... Y he vuelto a París sólo en mi mente, pero volver a ciertos recuerdos es a veces tan enriquecedor como viajar por el mundo. Y ¿sabes qué? Sí, estoy preparada.
Un beso grande.

Gracias por tus palabras, cuentapasos. Me haces sentir acompañada con ellas. Un beso.

¡Hola de nuevo Gata! Claro que habías escrito un comentario, y uno precioso, con recomendación fílmica incluída. Gracias por la doble visita ¡Un beso grande!

Pues si, siempre sabia Marisa. París bien vale una misa y se me ocurre que hasta un corazón roto se le puede ofrecer.
Besos.

una más... dijo...

No conozco París, mis planes se truncan cada vez que digo de ir.. hoy gracias a ti me transporté, luego soy yo la que transmite al escribir? preciosa entrada..
Gracias por enseñarme París, gracias también por tu visita a mi rincón, encantada de que te encuentres bien en él.
Un abrazo cálido,
Una más.