miércoles, 25 de febrero de 2009

Arenas movedizas

Es un día normal y soleado. Nada parece demasiado distinto al día anterior. O al otro o al otro. Pero hoy un escalofrío recorrió tu espalda. Recordaste que te mueves siempre sobre arenas movedizas. Tienes que olvidarlo, porque no puedes vivir caminando sobre esa conciencia. Tienes que olvidarlo para que el día a día se hilvane con alguna coherencia entre el murmullo cotidiano. Pero a veces se aparece y el escalofrío recorre tu espalda. Los fantasmas que escondes en el estante más inaccesible, entre las páginas del libro que nunca abres, en el bolsillo de aquella chaqueta que ya no usas, se presentan de pronto sin saber cómo y se afirman a tus hombros.
Sabes entonces que hoy en cada esquina los encontrarás agazapados esperando cruzarse contigo. Que te mirarán a los ojos listos para burlarse de tu ingenuidad. De repente reconoces que siempre están ahí, entiendes que siempre te acompañan. Hoy no consigues recordar cómo son todos esos días en que no se manifiestan.
Cada historia postergada, cada miedo primigenio, cada sueño y cada deseo, cada ausencia y cada cicatriz supuran toda su miseria desde el fondo de tu memoria y tú tiemblas al notarlo.
Sabes que tienes que soportarlo. Sabes que en el fondo has aprendido. Sabes que puedes hacerlo.
Sabes que mañana será otro día.

5 comentarios:

Marisa dijo...

Eso es, hay que quedarse con que mañana será otro día,olvidarse en la medida de lo posible de lo pasado y aprender de ello.
Nos vemos en la tertulia literaria.
Besos.

Susi DelaTorre dijo...

Todos los días son frágiles, verdad? Debemos esconder los fantasmas para coger fuerzas para llegar al siguiente...

Un abrazo, Leola, por un texto tan acertado!!

Elen dijo...

esa terrible sensación que nos asalta a la vuelta de cualquier esquina. Pero todo pasa...
"No hay túnel que dure 100 años, mi vida"...
Un beso.

merce dijo...

Leola....desde el fondo de tu memoria...y tu tiemblas al notarlo.
Preciosa forma de describir...

Espero que ese dolor y el amor te hagan descubrir la poderosa mujer que eres.

Un beso y hasta pronto.

Leola dijo...

Muchas gracias por los comentarios, chicas, veo que a la mirada femenina no le son nada ajenas esas sensaciones...la fragilidad, la duda... y la convicción de dominar cualquier impulso que nos desvíe de nuestra dirección. Muchos besos.