Un día le pregunté algo a un amigo. Una de esas preguntas con cierta carga maliciosa y poca probabilidad de respuesta satisfactoria. Como dudaba en qué responer y yo caí en la cuenta de la malignidad entre líneas quise relajar el ambiente. En lugar de decirle: No hace falta que me respondas -que falta no hacía, pero yo quería saber la respuesta, le dije: No te preocupes, no necesito sentirme especial.
Quizá sea la mentrira más grande que haya dicho. Lo peor es que me creyó.
Durante muchos años fui muchas cosas que creí que me hacían especial. Después descubrí que no necesitaba ser tal o cual cosa. No necesitaba hacer honor sin cesar a mi apodo de La Malahostia (cariñosamente La Malaho). No necesitaba ser la más lista, la más interesante, la más atractiva y la más simpática. No necesitaba estar enamorada para que mi vida fuera especial. No necesitaba ser la que más libros leía, la que más había viajado, la que más amigos tenía.
Cuando me despojé de todo eso (la malahostia no del todo) seguí siendo especial. Especial para mí. Sí, necesito sentirme especial. Necesito sentir que mis amigos son especiales y alegrarme por ello. Necesito sentir que mis decisiones me han llevado a lugares que me importan. Necesito saber que encuentro personas que me interesan y que creo momentos memorables. Necesito creer que estoy haciendo lo que quiero. Necesito saber que no camino por impulso sino por decisión. Necesito preguntarme una y otra vez si esto es lo que quiero, si me hace feliz.
O quizá no lo necesito. Pero me gusta.
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12 comentarios:
Leola...
A veces es dificil interpretar la amistad, y considerarla buena para uno mismo.
La amistad es una forma de cariño muy polivalente, y me he acostumbrado a no deshechar ni el más mínimo esbozo de la misma.
Quizá en esta reflexión tuya duerma la necesaria aceptación de como se sea.
Y si estuviese en lo cierto, me gustaría apoyar la noción.
Un beso.
Gracias por el apoyo, Sir Bran, porque creo que de eso trata: de la búsqueda de lo más primitivo, de obviar lo accesorio. De aceptación.
Un bico.
Cada persona es un ser especial,
es ella y no otra, con sus debilidades y sus virtudes.
El que así no la acepte no puede considerarse su amigo.
La decisión adoptada en cada momento creyendo que es la buena, eso es lo que importa.
Creo que ahí es donde radica,
en gran parte lo que hace feliz.
Un biquiño.
Todo el mundo es especial en algún modo, en su calidad de ser irrepetible y único. Lo mejor de todo es conocernos a nosotros mismos y sentirnos orgullosos de los que somos, y tú lo vas muy bien Leola. Así que, ánimo... sigue, no pares nunca!!.
Un bicaso
Hola. He pasado por aquí a leerte y no es la primera vez... porque me pareces especial. Me gusta lo que cuentas y cómo lo cuentas. Con permiso, te sigo (no hace falta que me devuelvas la visita, dejémonos de protocolos o compromisos)
Espero que te sirva de algo. Ánimo
Un beso
Lo magico de las personas es que cada una es especial y única, no hay dos iguales. Tal vez puedas gustar mas o menos a los demas , pero lo importante es que te gustes a tí misma y sigas sintiendo todas esas necesidades que para tí son importantes, eso es una de las cosas que te hace especial y diferente a los demas. Un beso
No lo necesitas, pero te gusta creerlo...
pues me he sentido muy identificada ( aunque en lo de "malaho" no tanto). Como tú, doy importancia a saberme especial y que mis decisiones tienen una lógica ( la mayoría de las veces ) y son fruto de una sensatez que no sé si poseo.
Constante, la sensatez, seguro que no. ;)
Intentando hacerlo mejor para la próxima o poniendo remedio aunque sea in extremis.
Un abrazo, Leola!
Eres especial sin duda, tu voz...
tu estilo literario...tu gesto...
tu mirada...
Y todo lo que tu eres...
Tu esencia es única.
Un abrazo Leola.
La verdad siempre te hará sentir especial, aunque no escuches lo que quisieras oir. Mucho peor es sentirte especial a base de mentiras. Un beso
A veces aquello que es importante pasa desapercibido...
Es verdad Marisa, tener la conciencia tranquila y saber que hemos querido hacer lo mejor en el momento que vivimos algo es importante para ser feliz. Un beso.
Gracias, Elen. Sí, creo que conocernos y darnos a nosotros mismos el lugar que merecemos es lo que nos hace especiales. Un beso grande.
Bienvenida Vagamunda (un nombre precioso, por cierto). Gracias por tus palabras, me ha gustado mucho leer tu comentario. Un saludo.
Si, Runas, será más o menos difícil, pero el momento en que se entiende que lo importante gustarse y no sencillamente gustar, las cosas se vuelven más sencillas. Un besito.
Claro, Lasosita, que tu no tienes esa malaho ¡con lo dulce que eres! Y me encanta lo que dices: intentar hacerlo mejor. Si al final, se trata de aprender, siempre aprender... Un beso grande.
Querida merce, la verdad que palabras como las tuyas sí que me hacen sentir especial. Y como de costumbre, tienes el poder de recordarme otros momentos, otras visiones... Siempre agradezco tus palabras. Un fuerte abrazo.
Claro, Martín, querer creerse las mentiras para sentirse mejor, a pesar de ser algo bastante común es muy triste. La verdad nunca es tan triste, aunque duela.
Un saludo.
Bienvenido Manuel. Es verdad, no siempre es fácil reconocer lo más importante, supongo que hay que estar con los sentidos bien despiertos y muchas ganas... Gracias por la visita y por el comentario. Un saludo.
No me había dado cuenta de este post, me gusta. Es dificil exigirse siempre más que a nadie,intentar ser el más guapo, el que mejor viste, el más deportista, el más dulce, el más simpatico, el más generoso, el más atento, no el mejor, ojo!! sino la mejor versión de uno mismo. Y aunque nosotros los sabemos, nos gusta que los demás se den cuenta, por no caer en el egocentrismo, y por que no, si nos sentimos especiales, para que los demás se den cuenta también!! no te conozco Leola, pero me identifico algo contigo, asi que estoy seguro de que eres muy especial.
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