A veces damos un paso al lado, que no atrás, para separarnos un poquito de todo. Que pase la vida y la gente, que se escuchen los rumores de fondo, que inunden los olores al mundo, pero sólo de lado. Nosotros, de lado. Apenas rozados por la vida real, o ni siquiera. Buscando quién sabe qué. Buscando donde no habíamos ido, quizás, pues buscar se busca siempre. Como elegir, uno elige siempre, aunque crea que elija no elegir. Y ese elegir no elegir es el paso al lado.
Pero, también a veces la vida irrumpe sin pedir permiso, te recuerda que tus decisiones o indecisiones supuestas no son tales, que quieras estar un paso al lado o no no sigifica nada en realidad. Que la vida y los olores y los rumores te superan, te rebasan, continuan deviniendo y tu también. La vida se abre paso ante tu propio asombro como la hierba se abre paso y se empeña en crecer entre las grietas del cemento. Real y verde. Incontestable. Ineludible.
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