jueves, 27 de noviembre de 2008

Juego

Hay juegos que no tengo nada claro querer jugar y sin embargo juego. Juego con una especie de nostalgia, quizá la de entregarme por completo a otro juego que prefiera, la de estar segura de querer jugarlo, la de saber que hay algo en él que no quiero, algo que me hace dar un paso atrás, algo que me repele y sin embargo juego. Juego pensando que quizá es lo mejor o lo que más me conviene. Juego creyendo que en el fondo no es importante. Juego soñando que no necesito jugar, que juego porque quiero. Pero la veradera nostalgia viene del momento de lucidez, efímera y cruel, en que entiendo, para en seguida olvidar esforzadamente, que juego porque necesito hacerlo, aunque no quiera y con todo el miedo que me da jugar. Juego porque no sé qué más hacer.

2 comentarios:

Fran dijo...

Cómo se me pudo pasar esta entrada... es hermoso que alguien exprese tus monólogos y pensamientos y formas de sentir, y que lo haga mejor que tú mismo. Gracias Leola, todo bien. Un bico.

Leola dijo...

Paladín, me da gusto saber de ti. Gracias por tus palabras, son importantes para mí viniendo de quien vienen.
Un bico grande.