23:14 del dieciseis de marzo de 2009. No tengo sueño. Mañana es mi día libre y sólo tengo que despertarme para ir a clase de yoga.
00:11 del diecisiete de marzo de 2009. Empieza en la televisión el programa con el que suelo dormirme. Sigo en el sofá.
02:17 del diecisiete de marzo de 2009. El programa termina y yo sigo en el sofá. Tengo algo parecido al sueño pero no tengo ganas de dormir. Sigo viendo la televisión.
02:44 del diecisiete de marzo de 2009. Decido darme una ducha caliente.
03:01 del diecisiete de marzo de 2009. Me acuesto, aunque tardo un poco en dormir.
Madrugada del diecisiete de marzo de 2009. Sueño cosas extrañas. Aparecen las personas que más confusión y conflictos me provocan. No tengo las pesadillas acostumbradas, sino las de la vida real. Las malas decisiones, los asuntos pendientes de siempre y los recientemente incorporados. Lloro abrazando a un niño que no sé si debería extrañar. Le doy una segunda oportunidad a quien menos se la merece. Me reencuentro con otros que en realidad no son ellos.
08:17 del diecisiete de marzo de 2009. Me despierto. Me esfuerzo por volver a dormir.
08:29 del diecisiete de marzo de 2009. Sigo despierta. Me levanto de la cama. Me voy al sofá. Pienso en los sueños. Intento darles orden, encontrar un mensaje.
08:47 del diecisiete de marzo de 2009. Noto la hermosa claridad del día. Tengo la sensación de estar en uno de esos días de viaje en que la emoción por conocer un lugar nuevo te hace despertar y comenzar el día sin una necesidad estricta y en plena somnolencia. Pero sin la parte agradable.
09:20 del diecisiete de marzo de 2009. Vuelvo a la cama y doy vueltas sin dormirme.
10:30 aprox. del diecisiete de marzo de 2009. Duermo.
11:30 del diecisiete de marzo de 2009. Suena el despertador. Estoy muy cansada. Decido no ir a yoga.
11:35 del diecisiete de marzo de 2009. Decido sí ir y me levanto.
01:04 del dieciocho de marzo de 2009. No tengo sueño.
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7 comentarios:
Hoy he de agradecerte la primera sonrisa del día. Y he venido a leerte en tu diario sin sueño. Me has mantenido la sonrisa inicial que me habías provocado con el comentario,
e incluso la has hecho crecer.
No hace falta tener sueño para poder soñar.
Hace tiempo que me demuestro a mi mismo esa teoría.
Estoy seguro que tú puedes hacerlo estupendamente.
Gracias por la sólida sonrisa con la que me has abierto el día.
Ser tan reflexivo, incluso sin querer, es una bendición, a veces, y una maldición otras. Sobre todo para dormir. No sé si es tu caso pero me leí yo también, con tu permiso, en tu diario. Que esta noche duermas bien y mucho...
Hola Sir Bran, es un honor para mí provocar esa sonrisa. Espero que tu día esté lleno de muchas más. Hoy debemos estar conectados porque, unas horas después, tú también provocaste la primer sonrisa de mi día.
Yo, como dije en alguna entrada de mi blog, sueño mucho, a veces también dormida.
Gracias por pasar por aquí, un bico grande.
Querido Paladín, es verdad que tiene sus luces y sus sombras y a veces (como bien sabes) incluso nos preguntamos ¿para qué?
Pero lo intumos: para seguir buscando, para encontrar, para sentir por un instante que hemos rozado con las puntas de los dedos algo parecido a la vida...
Muchas gracias por tu comentario Paladín Sombrío, aquí Warlady seguirá al pie de la lucha, a pesar del insomnio.
Un biquiño.
Menos mal que no todas las noches sin iguales. Cuando el sueño se aleja la desazón entra por la puerta, y encima de granos de arena levantamos la mas escarpada montaña.
Besotes.
Hay dias relatados de vigilia. Por más que nos esforzemos de repente hay dias, momentos, donde el sueño se desvanece y aparece la lucidez. Recordamos sueños que por extraños que parezcan, ahí estan...
Espero que duermas bien, muy bien.
Sigue cazando historias, sigue buscando el azar.
Besos
¿Por qué será que cuando tenemos el día libre, no tenemos sueño o nos despertamos más temprano?
Un abrazo y felices sueños.
y que largas se hacen las noches cuando no se puede dormir y que mal se pasa al dia siguiente encontrandote como un zombi. Un beso
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