jueves, 19 de marzo de 2009

Dime

Dímelo tú. Dímelo tú y dímelo ahora. Dime qué se juega en la primavera enardecida (ay, que horrible adjetivo). Dime qué horas son éstas de hacer preguntas. Dime por qué me vestí con las ropas que mejor me quedan. Dime por qué respondiste o quizá iniciaste el juego de miradas. Dime por qué vuelvo a casa con los labios pintados. Dime por qué sigo dudando que leas estas palabras. Dime por qué aún queriendo te quedas en tu lado del mundo. Dime cómo es que no he cometido en cinco renglones ni una sola falta de ortografía (qué palabra tan complicada de teclear a estas horas de la madrugada). Dime qué viste. Dime qué soñaste. Dime que aunque mañana sea festivo tienes que levantarte temprano, inventa algo, la excusa menos creíble. Dime por qué estuviste muy, muy, muy cerca de aquí y no llamaste. Dime por qué te lleva un mes y medio decidirte a saludar. Dime por qué me seguiste el juego de que nada había pasado. Dime por qué me crees cuando te digo mentiras obvias. Dime que no es el momento. Dime que no es lugar. Dime por qué en las madrugadas las miradas se pervierten. Dime por qué se complica tanto lo más natural del mundo.
De verdad, no tengo ni una sola respuesta.
Si quieres decir algo, dímelo tú.

11 comentarios:

Cesc Sales dijo...

A veces, el silencio, es la respuesta más clara de todas...

Otras en cambio, esconden los sentimientos más contradictorios...

Hay, los silencios...

Besitos

Sir Bran dijo...

Claro que te lo digo... si aceptas que sea yo uno de los declarantes. Enardecida es un adjetivo horrible, pero no para todo, pónselo a la pasión de una tarde... y verás que cambio. La cercanía es siempre relativa, porque desde lejos se puede uno sentir cercano, muy cercano. Y tus mentiras obvias, porque iba a renunciar a crérmelas, si tienen suficientes ganas de parecer verdades. Y no hay complicación en lo natural, o es natural o es complicado, estos dos adjetivos no son horribles, pero quezá luzcan un cierto antagonismo. No los metas en la misma expresión, podrían despedazarse. Y tú no precisas respuestas, piénsalo un poco. Las respuestas vienen después de las preguntas, y creo que tú te formulas las preguntas partiendo de las respuestas. Te las sabes.
Creo que me he enrolado demasiado.
Espero no haber sido plasta.
No dejes tu senda de inconformismo.
Bicos.

Unknown dijo...

Aun no te ha dicho nada? Tal vez prefiera que no le preguntes? o te lo estás preguntando tu?

Dime?

Un abrazo.

merce dijo...

Buenos dias!!! o tardes!!!

Leola, me encanta como expresas esto, este misterio, indescifrable, que atormenta, pero ahí, cuando ocurre, te haces a ti misma, te moldeas mas fuerte...mas sabia.

...comprenderás que cada uno tiene sus miedos y sus razones...y ya no esperarás que te diga...dirás tu.


Un abrazo grande.

Runas dijo...

Quizas espera que se lo preguntes , espero que salgas pronto de tantas dudas y obtengas una respuesta. Un beso

Marisa dijo...

Pueda que tenga tantas cosas que decir, que no te las diga porque no sabe por donde empezar.
Un abrazo fuerte.

Leola dijo...

Si, Cesc, los silencios son así, como metáforas donde cabe todo. Gracias por mis besitos, más para ti.

Sir Bran, me has dejado anonadada (otro adjetivo horrible) con tu respuesta. Y claro que te acepto como declarante. Gracias por creer en mis mentiras. Quizá no preciso respuestas, pero me gusta buscarlas porque a veces llegan algunas tan maravillosas como la tuya. Un bico.

Lobito, es verdad que a veces peco de prundente por no preguntar, pero uno siempre responde con sus actos. Me pregunto si vale la pena toda pregunta... Un abrazo.

Muchas gracias por lo que me dices Merce. Es verdad que tengo que decir y es verdad que preguntar aquí en lugar de a quien corresponde tiene un por qué. Eso no significa que lo sepa. Un beso grande.

Gracias por los buenos deseos Runas. Si se van estas dudas, vendrán otras, eso seguro. Un beso.

Querida Marisa, es una opción, ya ves que lo mío tampoco es muy distinto. Gracias siempre por tus palabras. Un beso.

Susi DelaTorre dijo...

El silencio, ése que es tan elocuente, puede ser el más valiente de todas las charlas, Leola!

Quizás esté reflexionando las mismas frases que tú, quízás el miedo le invade.
A veces, por él, otras por tí, el silencio tiene un lugar propio.

Yo... llamaría...

Un beso.

Leola dijo...

Gracias por el consejo, Lasosita, puede que lo siga...
Un beso.

Allek dijo...

pasaba a saludarte....
un abrazo..!

Leola dijo...

Muchas gracias por la visita Allek. Un abrazo para ti también.