jueves, 1 de enero de 2009

Fe

Sospecho que en el fondo siempre he sido una mujer de fe. Aunque desde luego nunca me he sentido cómoda en las fes tradicionales. A principios de 2008 invoqué al dios romano Jano porque tenía entendido que entre sus dones estaba el de convertir un principio difícil en un final mejor. Un año después me entero que no. Jano es un dios de dos caras, una que mira hacia adelante y otra hacia atrás. Es el dios de los comienzos y los finales, el dios de los cambios y de los momentos en los que se traspasa el umbral que separa el pasado y el futuro. Su protección, por tanto, se extiende hacia aquellos que desean variar el orden de las cosas. (Wikipedia dixit). Enero estaba consagrado a él y se le invocaba públicamente el primer día de ese mes. También se le invocaba, por cierto, al iniciar una guerra.
Mucho más complejo, mucho más completo que un simple final feliz.
Así que un año después y con mayor convicción, queda aquí hecha mi invocación pública al dios Jano, en las primeras horas del primer día del primer mes de este nuevo año. Permíteme mirar al futuro sin olvidar el pasado y traspasar con fortuna el umbral, a donde sea que me lleve.

8 comentarios:

Marisa dijo...

Hago míos tus deseos.
Ojalá que se hagan realidad y que la puerta que se abre siepre sea mejor que la que se cierra.
Un abrazo y feliz año

merce dijo...

Mirar el futuro,sin olvidar el pasado y traspasar con fortuna el umbral... con el dios Jano. Me uno a tí y al dios Jano. UN ABRAZO.

Cesc Sales dijo...

Mas que al futuro o al pasado debemos mirar el dia a dia. Propositos a corto plazo. HOY me propongo ser feliz. Hoy haré tal cosa o diré tal otra. HOY llamaré a aquella persona que hace tanto...
Es más eficaz.
Lo juro.

Espero que tu año este lleno de buenos propositos

Unknown dijo...

Yo también extenderé mis peticiones a Jano, todas las ayudas para conseguir avanzar vienen bien. O sea que te ha dado buen resultado?
Bueno, todo da buen resultado si se confia en nuestra fé... efectivamente.

Un saludo. Volveré

Susi DelaTorre dijo...

Tampoco soy mujer de fe tradicional. Aún me costaría definirme. Pero me gusta lo de los cambios, con los evocadores umbrales. Aunque depende que guerra invocara.

Nunca los finales felices lo son de verdad ni duran en el tiempo. Pero a por ellos!!

Leola dijo...

Marisa, gracias por los buenos deseos y un feliz año a ti también.
Merce, gracias por unirte, esperemos que nos acompañe la fortuna. Un abrazo.
Cesc, gracias por el consejo, es verdad que a veces se nos va el día a día esperando los grandes momentos.
Lobito, lo del buen resultado... bueno, supongo que lo que cuenta es confiar en uno mismo, aunque a veces cuesta. Espero que vuelvas, serás bienvenida.
Lasosita, tienes razón ¿para que ir a por un final? lo que importa es el camino. Un beso.
Muchas gracias a todos por pasar por aqui y por dejar un comentario.

Fran dijo...

"Permíteme mirar al futuro sin olvidar el pasado y traspasar con fortuna el umbral, a donde sea que me lleve"

Con tu permiso, la hago mía; me encantó esta entrada!
Saludos Ana Belem :)

Leola dijo...

Muchas gracias Paladín Sombrío, ha sido un gusto verte por aquí.