sábado, 19 de julio de 2008

Tristezas y metáforas

Charlando con una amiga, colega en esto de poner las palabras en papel (aunque sea internet me quedo con la metáfora) ella confesaba escribir mejor, o más, en momentos de tristeza. Yo no. Ya sé que las crisis agudizan los sentidos y la creatividad y sé que a menudo toda clase de creadores relaciona la melancolía intensa con la actividad vertiginosa. A mi no me pasa. Con la tristeza profunda no funciono. La tristeza normalita, la de andar por casa, la cotidiana, puede que funcione como motor de algunas cosas, pero no me sirve como inspiración. No fue una semana fácil.
La misma colega nos leía una frase: Hay personas que se pierden en lugares que a nadie importan. No recuerdo de quién era. No hay nada más peligroso que las metáforas, dice la primera página del libro que estoy leyendo. A lo mejor las metáforas son uno de esos lugares donde se pierde la gente y a nadie importa. Las metáforas son mentiras y son verdades, pero tienen que intuirse, son como un chiste que pierde la gracia si se explica. La metáfora también pierde la gracia si se explica y ese es su peligro. Las metáforas son sugerencias, son ilusiones, fantasía. Se dicen y no se dicen, se presagian y se acaban mareando de las vueltas que dan en las cabezas de la gente. Y son eternas porque en ellas cabe todo. Las metáforas a veces sangran como heridas podridas y rancias hurgadas sin querer.
Son siempre un escollo por más dulce que sea, son el lenguaje del deseo. Porque la vida es una metáfora que cada uno va dotando del sentido que quiere o puede. Un paso, otro paso, otro paso. Más metáforas. Pura ficción.

2 comentarios:

Susi DelaTorre dijo...

Estoy de acuerdo contigo, que las tristezas no tienen porqué ser las autoras de los mejores escritos. A veces jamás son autoras de nada, mas que de su propio dolor.
Y te valoro muchísimo que seas capaz de escribir sobre tí misma con tanta sinceridad.
Un beso!

Leola dijo...

Creo que tienes razón, hay tristezas realmente inútiles que sólo se recrean en sí mismas.
Gracias por lo que dices, es un aliciente.